En lo que fue una multitudinaria atlética, Javier Hernández Arellanes hizo valer su localía y a pesar de tener a lado fuertes rivales de otros estados, se agenció el sitio de honor de la Primera Carrera Nocturna de la Ciudad de Oaxaca de Juárez, efectuada la noche de ayer y donde participaron 3 mil competidores.
Toda una fiesta atlética se vivió en la Verde Antequera, en la que la tlaxcalteca Emma Salvador fue la triunfadora absoluta en la rama femenil. La justa efectuada con motivo del 487 aniversario de la Ciudad de Oaxaca tuvo como salida y meta la Plaza de la Danza y repartió una bolsa de 72 mil pesos de premiación en efectivo a los tres primeros lugares de cada una de las seis categorías convocadas.
Javier Hernández concluyó el recorrido de casi diez kilómetros en un tiempo de 30 minutos 2 segundos, dejando atrás con una considerable distancia al poblano Hugo Romero.
Mientras en mujeres, la mejor corredora local fue Luisa Peña, quien alcanzó a cruzar el arco de meta en la tercera posición en una reñida disputa también en esta rama, donde de igual modo compitieron las atletas más veloces de la capital oaxaqueña.
La multitud fue característica del evento. Decenas de amigos y familiares de los participantes se instalaron tras las vallas o ellos mismos formaron una valla humana para apoyar, darles la bienvenida en los últimos metros de la meta y registrar este momento especial con su cámara fotográfica o dispositivo móvil.
La banda de música del Ejército Mexicano, desde la explanada de la Plaza de la Danza, interpretaba algunas melodías.
Tras la salida de los tres grupos: silla de ruedas, rama femenil y división varonil, el criminal sol que se ha dejado sentir en Oaxaca, comenzó a ocultarse y mientras los corredores subían el Cerro del Fortín empezó a sentirse un agradable clima.
Capas de aire que representaban energía para superar la subida en la carretera. En la meta, el arco azul parecía enmarcar el templo de San José, ofreciendo una atractiva postal. Y los cronistas[tab]narraban la llegada multitudinaria de los atletas.
La algarabía estallaba cuando familiares o amigos veían aproximarse a su atleta, que sentía esto como un bálsamo para sacar fuerzas extraordinarias en esa última pequeña pero dura y última subida.
En la explanada se brindó hidratación y abastecimiento y seguía la música con la banda de las Fuerzas Armadas. El evento culminó con la premiación.
Con esta actividad, el ayuntamiento citadino puso broche a las actividades con motivo del 487 aniversario de la ciudad de Oaxaca de Juárez.