Se busca establecer el uso de utensilios elaborados de carrizo, asi manifestó Eduardo Jiménez González, autor del proyecto quien explico que al ser el carrizo una planta silvestre de fácil propagación y que llega a ser considerada como plaga en algunos lugares, su uso no generará un impacto ambiental negativo, pues estas se encuentran ampliamente en las riberas de ríos, arroyos, y lagos.
Este proyecto fue denominado Shiñi-miza (hijos del agua), integrantes del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO), buscan establecer el uso de utensilios elaborados por materiales que no representen un problema mundial sustituyendo al plástico.
El proyecto piloto, propone utensilios cotidianos como cucharas, tenedores, cuchillos, palillos, agitadores, y botaneros. Mismos que fueron sometidos a un proceso de esterilización y de neutralización para quitarle el olor y sabor característico que tiene este material orgánico.